maternidad

Carta de un bebé a su mamá

baby-443388_1920Mamá, escúchame.

¿Recuerdas la ilusión con la que decidiste tenerme? ¿Recuerdas todos esos momentos que pasabas tumbada poniendo tu mano sobre la tripa, notando mis movimientos, imaginando cómo sería mi cara? ¿Recuerdas la sonrisa que se te dibujaba en el rostro cada vez que te imaginabas cogiéndome en brazos, acariciándome…? Mamá, ¿te acuerdas de lo que sentiste la primera vez que me tomaste en brazos? ¿Recuerdas el sentimiento de felicidad que te invadió cuando llegué al mundo, me acunaste y te miré? ¿Te acuerdas de esas lágrimas de amor?

¿Qué ha pasado, mamá? De repente me encuentro sola en esta cuna, en un capazo, en una hamaca…, ¿por qué me dejas aquí? Me encanta tenerte cerca, sentir los latidos de tu corazón, que me mezcas con tus brazos y dormirme en la mejor de las almohadas: tu cuerpo. Me encanta tu olor, mamá, me encanta sentir tu respiración. Me hacen sentirme protegida y amada. Pero ahora parece que te has olvidado.

Vienes de vez en cuando a verme, meces la cuna, pero yo te necesito a ti. Necesito tus abrazos y tu calor. Te veo yendo de un lado para el otro, atareada con las tareas domésticas, lavadoras, platos, comida… y yo estoy aquí, sola. Me hablas desde la distancia, sé que estás muy ocupada pero, mamá, te necesito y no sé cómo decírtelo. Muevo los brazos para que me cojas, pero me envuelves y me tapas, a veces me pones juguetes cerca, pero yo no quiero eso. No quiero un móvil con luces y colores, mamá, te quiero a ti. Empiezo a impacientarme y me pongo a llorar. Entonces alguien te dice que no me pasa nada, que me pongas el chupete para que me calme. No quiero un chupete, mamá, te quiero a ti.

Sigo llorando, me miras el pañal, te preguntas si tengo hambre…, parece que no consigo que me entiendas… Entonces alguien te dice que lo que quiero son brazos, que me tienes malacostumbrada, que me dejes llorar, que no me voy a morir. Mamá, no la escuches, quiero brazos, sí, ¡los tuyos! Mamá, quiero estar contigo. Me siento tan bien teniéndote a mi lado, me siento en la gloria cuando me coges y me acaricias, me siento amada… Pero le haces caso, e intentas que me duerma moviendo el carrito o meciendo la cuna. No, mamá, por favor, dame un abrazo, cógeme para sentir tu olor, para estar contigo. Eres la persona a la que más quiero, necesito estar contigo.

Ya no sé cómo decírtelo y me empiezo a desesperar. Algunas veces te enfadas y te vas, entonces ya me vuelvo loca. ¡Mamá, estate conmigo, quiero estar contigo, no me dejes aquí sola! No tengo otra forma de decirte que te quiero y que te necesito. Aún no sé hablar, ni siquiera puedo sostener la cabeza por mí misma. Mamá, por favor, ven y quédate conmigo. Quiero que vuelvan esos momentos en los que me tomabas en brazos, me cantabas, me acurrucabas y estábamos solas tú y yo. Dile a papá que se encargue de las tareas de la casa por la tarde o el fin de semana, como cuando trabajabas, pídele ayuda a esa vecina que tantos consejos te da sobre maternidad pero que no te echa una mano en nada. Mamá, recuerda cuánto querías que estuviera aquí, cuánto anhelabas tenerme entre tus brazos…

Pero no vienes, mamá, y te escucho hablar con esa persona, le dices que quieres cogerme, que no aguantas mi llanto, que te da mucha pena oírme así, pero ella te dice que soy muy lista y te tengo cogida la medida. No la escuches, mamá. Te quiero. Te necesito… Mamá, me estoy sintiendo muy mal, estoy agotada de llamarte, de suplicarte amor, ¿ya no me quieres? ¿ya no merezco tus abrazos? ¿qué ha pasado, qué ha cambiado, qué he hecho mal?

Mamá…

6 comentarios sobre “Carta de un bebé a su mamá

    1. Sí, por fortuna hay más mamis que nos ponemos en la piel de nuestros hijos. Nosotros también fuimos bebés y, ahora de adultos, seguimos teniendo necesidades afectivas. Escuchar con el corazón en lugar de con la cabeza es necesario

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  1. Querid@ hij@, recuerdas cuando estabas en mi barriga? Aquellos momentos en que no te molestaba nada? Ni el ruido de fuera, ni mi voz, ni mi corazón acelerado? Pues era cuando me relajaba leyendo un libro, recuerdas lo bien que te hacia sentir? Bueno, pues deja de llorar ya que me quiero relajar.

    Si esto que acabo de escribir te parece aberrante, es igual de aberrante que el que has escrito tú.

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      1. Creo que es terrible que pongas en duda el amor de una madre por su bebé (y más en boca del bebé, cito: «¿ya no me quieres? ¿Ya no merezco tus abrazos?») sólo porque la madre se ocupe de otras cosas, como la limpieza del hogar, además de a su bebé. Te escribo esto con mi niña de tres meses colgada de la teta, pero dentro de mes y medio, cuando me incorpore a trabajar, qué? Flaco favor nos hacemos entre nosotras haciéndonos sentir culpables, cuando todas lo hacemos lo mejor que podemos.

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        1. Antes que nada, enhorabuena por tu reciente maternidad. Espero que la estés disfrutando y te estén cuidando mucho. Si lees con detenimiento, no pongo en duda el amor de la madre, sino resalto el sentimiento que se produce en el bebé cuando llora y no es atendido, cuando la madre quiere cogerlo pero hay una vecina, amiga o familiar que le dice que no lo haga, que los niños son muy listos, etc. En la situación que relato, la madre está en casa con el bebé y hace las tareas domésticas, no se va a trabajar. Las tareas quizás puedan esperar un poco, se pueden dejar para más tarde, le puedes pedir ayuda a alguien o te pones un fular y tienes a la niña contigo mientras sigues con la casa. La separación por irte a trabajar es diferente. Por desgracia tenemos un Gobierno que hace oídos sordos a las necesidades de padres e hijos.

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